Apuesto que has visto al menos una de las icónicas muñecas de porcelana en algún momento de tu vida, pero, ¿conoces la historia detrás de estas importantes creaciones?
En el blog de hoy conocerás el origen e importancia de esta línea de muñecas coleccionables. Además, podrás saber cómo reconocer una muñeca de porcelana original y en qué partes del mundo puedes encontrarlas.
Contenido
¿Qué Son las Muñecas de Porcelana?
Las muñecas de porcelana fueron creaciones hechas por artistas que representaban normalmente juguetes con forma de muñeca con un aspecto muy realista y hecha totalmente en porcelana. Estas muñecas, gracias a su gran calidad y detalle, se volvieron muy famosas entre los coleccionistas.
Si bien al principio eran simplemente juguetes que se producían en Francia y Alemania en el siglo XIX, su popularidad creció tanto entre el público adulto que, en la actualidad incluso, son consideradas como un elemento indispensable para el mercado del coleccionismo.
Origen
Con la llegada de la porcelana china a Europa, las primeras muñecas de porcelana llegaron a Alemania en 1840. Su principal función consistía en ser un medio de entretenimiento para los infantes a la vez que se exploraba este novedoso material proveniente de Asia.
A partir de 1860 las muñecas de porcelana ya eran muy famosas en el mercado francés y alemán. Su popularidad era tanta que, incluso después de la Primera Guerra Mundial, su producción continuó sin parar debido a la gran demanda.
Durante el periodo de 1860 a 1890 estas fabricaciones eran consideradas artilugios de moda importantes sobre todo para los nobles. La idea de comenzar a fabricarlas con un aspecto juvenil era principalmente para atraer a las niñas de familias ricas a jugar con ellas para así vestirlas con las prendas más lujosas del momento.
Si bien las cabezas de estas muñecas eran principalmente fabricadas en Alemania, elementos como la ropa y accesorios eran hechos en el Paso Choiseul, un distrito de París. Adicionalmente, las compañías francesas que más fabricaban muñecas eran Bru, Gaultier, Rohmer, Jumeau, Huret y Simone.
Uno de los cambios más grandes fue el paso de la apariencia de niña que tenían la mayoría de las muñecas a una más adulta a finales del siglo XIX. Una de las más solicitadas eran las llamadas Bébés francesas, que alcanzaron gran popularidad entre 1860 y 1880.
Más adelante los fabricantes, al notar que solamente un sector con altos recursos era capaz de adquirir las muñecas, se pusieron manos a la obra para diseñar muñecas con precios más accesibles. Esto causó que las ventas crecieran exponencialmente, así como la producción de las mismas por toda la ciudad.
De esta manera, las penny dolls (o muñecas de penique, por su traducción del inglés) ganaron mucha popularidad hasta finales de 1930. La diferencia más notoria de este tipo con el original era su sistema de articulación, pues estaban hechas de una sola pieza de porcelana que las dejaba completamente inmóviles.
En la Alemania del siglo XX las muñecas con aspecto de niña eran las más gustadas. Las compañías líderes en su fabricación, como Kämmer y Reinhardt, Heubach y Kestner, se especializaron en hacerlas con toques más realistas y expresivos. Estas muñecas se apodaron entonces como dolly-faced.
En Estados Unidos, por su lado, comenzaron a experimentar con materiales adicionales a la porcelana para la fabricación de estas muñecas. Así, el cartón piedra fue muy importante para la producción estadounidense a comienzos del siglo XX.
Al mismo tiempo, en Japón, la producción de muñecas de porcelana estaba en su momento de fama. Los artistas asiáticos, por su parte, experimentaron técnicas de decoración basadas en pintadas en frío al óleo. Técnicas que tuvieron que cambiar puesto que se despintaban rápidamente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la producción de muñecas de porcelana tuvo un momento de recesión. Sin embargo, este periodo se caracterizó por la llegada de talleres artesanales de muñecas y la personalización de las mismas como hobby en América y Europa.
En la década de los 80s el mercado volvió a tomar relevancia para este producto de porcelana, especialmente para el sector coleccionista. La mayoría de producción de estas muñecas pasó a hacerse en China, país que logró exportar una infinidad de ejemplares a precios bastante bajos.
Si bien en China la producción ya no consistía en un hobby sino en una fabricación de escala mayor, algunas fábricas europeas continuaron con la creación de muñecas de porcelana exclusivamente para coleccionistas. Esto debido a que, si bien continuaban siendo reconocidas, su popularidad ya no era la misma.
Actualidad
Hoy en día es poco común encontrar demasiados talleres o fábricas dedicados a la fabricación de muñecas de porcelana. No obstante, aquellos que poseen actualmente una de estas muñecas, pueden estar teniendo una joya escondida en su hogar.
En el presente las muñecas de porcelana son consideradas artículos de lujo para los coleccionistas y pueden llegar a costar una fortuna. Según registros, la muñeca de porcelana más costosa vendida hasta el momento fue de la compañía Kämmer & Reinhardt. Su costo fue de 242.500 euros.
Hay demasiados aspectos que se tienen en cuenta al momento de definir el valor de una muñeca de porcelana. Entre estos se encuentran su estado, calidad de la porcelana, técnicas de decorado, estado de las articulaciones, entre otros. Entre las expresiones más valiosas se encuentran aquellas que no son “estéticas” completamente, como aquellas con rostros llorosos.
Generalmente, las muñecas provenientes de Francia y con vestimentas de alta costura pueden tener un valor de 2.000 dólares en el mercado coleccionista. Su precio puede subir a 20.000 dólares si se trata de piezas fabricadas por Huret, Bru y Jumeau.
De la línea alemana, las faced-doll son actualmente las más valiosas. Los precios varían de acuerdo a características relacionadas a su creador y a la popularidad del mismo.
En la contemporaneidad estas muñecas son vistas como un elemento artístico que sirve para complementar cualquier espacio. Las muñecas pertenecientes a la línea BJD (Ball Jointed Doll o muñecas articuladas de bolas) han ganado popularidad en la modernidad por ser la reinvención de este arte.
Estas nuevas muñecas, a diferencia de las originales, tienen un estilo asíatico y característico de los animes o manga. Se caracterizan por tener imanes en sus articulaciones, lo que permite que se le añadan partes extra y accesorios..
Las muñecas BJD son fabricadas principalmente en Asia, más específicamente en China, Japón y Corea del Sur. Además, existen artistas independientes que realizan intervenciones artísticas a estas muñecas para así personalizarlas al gusto del cliente.
¿Por Qué se Coleccionan las Muñecas de Porcelana?
Los inicios del coleccionismo de muñecas de porcelana datan desde antes de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos. Aquí, se generó como pasatiempo la producción y colección de estas muñecas a manera de hobby.
Gracias a su popularidad, nacieron artistas de la muñeca que eran encargados de replicar y recrear las cabezas de estas a partir de los moldes obtenidos de las fábricas. Entre 1950 y 1960, la producción artesanal de muñecas de porcelana era común en todo el territorio estadounidense.
En Europa, alrededor del 1970, las compañías que antes fabricaban exclusivamente muñecas de porcelana se encargaban ahora de producir los insumos para estas: moldes, accesorios, cabello, retales, entre otros.
Por aquella época también se dio el surgimiento de las artist dolls o muñecas de artistas. Estas representaban modelos exclusivos traídos del siglo XIX y de inicios del siglo XX que consistían en creaciones con gran nivel de detalle hechas exclusivamente para el público coleccionista adulto.
¿Cómo se Hacen las Muñecas de Porcelana?
Ahora que ya conoces bien la historia de estas interesantes muñecas, te preguntarás: ¿cómo es que las hacían?
Para empezar, debes tener en cuenta que la porcelana, al ser un material tan delicado, raramente era usado para otras partes de la muñeca que no fuese la cabeza. Así, la mayoría de muñecas de porcelana poseían únicamente su cabeza de este frágil material mientras que su cuerpo era de otro más resistente.
Para el cuerpo de estos personajes era comúnmente ver materiales como tela o cuerpo. La llegada e implemento de otros materiales dependía de la zona donde era fabricada, por ejemplo, algunos fabricantes optaron por usar madera, papel maché, aserrín con pegamento e incluso cartón piedra como fue el caso de Estados Unidos.
En lo que se relaciona a la cabeza de porcelana, esta pieza era la más importante de toda la obra. No simplemente por su gran cantidad de detalle hecho a mano, sino también por las técnicas de esmaltado utilizadas para aportarle un toque más realista y suave a la “piel”.
Para el rostro eran utilizadas piezas esféricas de cristal que se decoraban para simular los ojos brillantes de la muñeca. Adicionalmente, hay que mencionar que, durante el proceso previo del decorado de porcelana, los materiales debían ser sometidos a una temperatura de más de 1.200 °C.
Características de las Muñecas de Porcelana
Si bien existía una gran variedad de estas figuras de porcelana, durante un tiempo había un patrón con características que se replicaron hasta la contemporaneidad.
Comúnmente, la mayoría de muñecas de porcelana medían entre 15 cm a 70 cm de altura. Entre estas, destacaron más las de gran tamaño, aquellas de aproximadamente 60 cm a 65 cm. Gracias a sus materiales livianos, el peso de estas muñecas era muy leve.
Raramente se puede encontrar a una muñeca de porcelana hecha totalmente de este material debido a la fragilidad de este. Por ello, la mayoría de muñecas están unidas con pegamento a un cuerpo de un material más duradero y fácil de manipular.
Tipos de Muñecas de Porcelana
A continuación te contaremos los diferentes tipos de muñecas de porcelana que más resaltaron en la historia ya fuese por su técnica o por la fama que llegaron a adquirir con el tiempo.
Muñecas de Porcelana Chinas
Las muñecas de origen Chino fueron principalmente fabricadas entre 1840 y 1940 a la par que estaba en auge la producción de muñecas de porcelana en el territorio europeo.
Estas muñecas se caracterizan por tener una cabeza hecha totalmente de porcelana pálida esmaltada unida a un cabello del mismo material previamente moldeado y pintado con el toque más fino posible. Su cuerpo estaba hecho normalmente de cuero o tela y podían llegar a medir hasta 76 cm.
Las muñecas chinas de porcelana suelen ser las más apreciadas entre los coleccionistas debido a que son de las menos comunes. Así, estas muñecas son las que suelen tener el valor más alto en las subastas dentro del mercado.
Si bien por su denominación podemos entender que son principalmente fabricadas en China, en la actualidad sobreviven algunos talleres artesanales dedicados a la fabricación de estas piezas ubicados en Estados Unidos y Japón.
Durante el siglo XX la producción de las cabezas de las muñecas fue masificada. Las compañías manufactureras encargadas de su distribución y creación fueron Conta & Boehme, Hertwig, Kestner, entre otras.
Las características físicas de las muñecas chinas representaban generalmente a mujeres adultas con cabelleras negras. Sin embargo, en la década de 1850 se popularizó la apariencia más infantil que contaba con cabello rubio. Las facciones hacían referencia a la belleza de aquel entonces: cejas delgadas, mejillas rosadas y labios rojos.
Irónicamente, la manera más fácil de identificar una muñeca de porcelana original china es detectando que no tenga ningún tipo de sello, marca o firma por ningún lugar. Esto se debe a que los artesanos originales, incluso las mismas empresas, preferían limitarse a añadir información relacionada al tamaño y serie de esta.
Muñecas de Porcelana Parian
Las muñecas parian, erróneamente llamadas muñecas dresdenianas o muñecas chinas, fueron un tipo de muñecas de porcelana bastante relevantes en Alemania durante 1860 hasta 1880.
La diferencia principal entre este tipo de muñeca y la de origen chino estaba en el esmaltado. Mientras que a las muñecas chinas se les aplicaba una capa de diversos esmaltes, las muñecas parian tenían un acabado mate debido a la ausencia de esmalte sobre la pieza.
Llevan este nombre ya que el término “parian” se refiere a un aspecto similar al mármol blancuzco de la ciudad de Paros, Grecia. Así, la UFDC (United Federation of Doll Clubs o por su traducción, la Federación Unida de Clubes de Muñecas) introdujo el término oficialmente para referirse a estas figuras hechas de biscuit fino despintado.
Las principales compañías alemanas encargadas de la producción de estas muñecas fueron Alt, Beck & Gottschalck, Kister, Fischer, Hertel Schwab & Co., entre muchas otras líderes en el mercado de porcelana.
Físicamente se puede reconocer a este tipo de muñeca por su llamativa decoración sobre todo en las vestimentas. En lo que respecta a sus peinados, las muñecas por lo general tenían cabello rubio moldeado con rizos. Aquellas con cabello castaño eran las más difíciles de encontrar.
Normalmente estas muñecas representaban a una mujer jóven con ojos claros pintados sobre cristal, cejas finas y con maquillaje sutil. Los vestidos se caracterizaban por estar llenos de pintadas con plumas, flores, joyas, y muchos más elementos decorativos que llamaban la atención a simple vista.
Muñecas de Porcelana de Armand Marseille
Las muñecas de Armand Marseille son de origen alemán y fueron muy célebres en Europa desde su llegada en 1885 hasta finales de 1950. Si bien se dio a conocer el producto como muñecas de porcelana de biscuit, su fabricante, con el mismo nombre, tan solo se encargaba de crear las cabezas de estas célebres figuras.
La historia comienza cuando el fundador ruso Armand Marseille llega a Alemania en el siglo XIX y compra la fábrica de juguetes de Mathias Lambert en 1885. No siendo suficiente, también decidió expandirse adquiriendo la fábrica de Liebermann & Wegescher, dedicada al arte de la porcelana.
Con sus nuevas dos adquisiciones, el fabricante se puso manos a la obra para comenzar con la fabricación de cabezas de muñecas a partir del biscuit, es decir, la porcelana sin esmaltar. Los cuerpos de las muñecas, por su parte, eran comprados a otros fabricantes, puesto que Arman Marseille no se especializaba en ello.
En el mundo del coleccionismo, las muñecas de Armand Marseille constituyen uno de los tipos más valiosos que se pueden adquirir. Esto es una tarea difícil incluso para los expertos, pues la originalidad de las muñecas está en las marcas hechas por el fabricante las cuales, con el tiempo, se han desvanecido y convertido en más difíciles de identificar.
Usualmente, entre las marcas colocadas al respaldo de cada una de las muñecas Armand Marseille se podían encontrar las iniciales “AM” seguidas del lugar de fabricación y el número de molde usado para aquella pieza.
En lo que respecta a las características físicas de las muñecas Armand Marseille, se podría decir que había bastante variedad. Por ejemplo, se podían encontrar representaciones de bebés tanto masculinos como femeninos que medían aproximadamente lo de un infante real.
Los tipos más comunes de muñecos de porcelana de bebé eran los llamados Dream Baby, Just Me, Floradora, Darling Dolly y Queen Louise. Un detalle que resalta de estas creaciones son sus ojos saltones, ya que, además de llamativos, tenían un mecanismo que hacía que se abrieran y cerraran.
¿Qué es una Bisque Doll y Cuál es su Diferencia con una Muñeca de Porcelana?
Usualmente las Bisque Doll o, por su traducción al español, las “muñecas de biscuit”, suelen ser confundidas con las originales muñecas de porcelana, pero ¿sabes realmente en qué consiste esta diferencia?
Estas muñecas de biscuit llegaron para innovar a finales de 1860, justamente teniendo como inspiración las muñecas de porcelana originales. La principal diferencia entre estas dos creaciones estaba en su material principal para moldear las cabezas de las muñecas.
Por un lado, las Bisque Dolls se caracterizaban por estar hechas de biscuit, que es el material que resulta de la cocción de una pieza de cerámica que no es esmaltada. Esto hacía que la pieza obtuviese un aspecto mate y opaco que, para algunos, hacía ver a la muñeca con un aspecto más realista.
El biscuit para estas piezas debía ser cocido previamente a temperaturas muy altas que sobrepasaban los 2.300 °C. Incluso luego de moldear la cabeza a estas altas temperaturas, esta debe ser sometida muchas veces al fuego para modelar las facciones del rostro lo más realistas posible.
Otro aspecto importante para nombrar era la fragilidad de este material. Si de por sí la cerámica era un material muy débil, la cerámica sin esmalte lo era aún más. Por ello, la producción de las muñecas de biscuit se detuvo rápidamente en las fábricas.
La mayoría de estas muñecas eran producidas en territorio francés para posteriormente ser exportadas a Thuringia, Alemania. Allí, a partir del año 1900, comenzaron a ser transferidas a Estados Unidos y finalmente, a finales del siglo XX, a China, donde hoy son producidas en muy pocos talleres.
Por otro lado, las muñecas de porcelana resaltaban por su aspecto brillante que lo daban las diversas capas de esmalte que se le aplicaban luego de la cocción. Más allá de este aspecto, ambas muñecas conservaban las mismas características y popularidad entre los diversos públicos del momento.
¿Dónde Encontrar Muñecas de Porcelana?
Si quedaste fascinado con la historia y tipos de muñecas de porcelana existentes, te contaremos a continuación dónde puedes encontrar ejemplares de estas para poder conocerlas más de cerca.
Museo Art Nouveau y Art Déco
El Museo Art Nouveau y Art Déco ubicado en Salamanca posee una de las colecciones más grandes abiertas al público de muñecas de porcelana. La curaduría de las muñecas, hecha especialmente por el experto Manuel Ramos Andrade, ofrece las más delicadas y raras piezas acompañadas de una historia fascinante.
Podrás encontrar aquí más de 400 piezas de diversos tipos de muñecas de todas partes del mundo que fueron adquiridas por coleccionistas y prestadas al museo para ser exhibidas. Por este detalle, el estado de conservación de las muñecas que verás es de los mejores a nivel mundial.
Para complementar tu paso a través de las colecciones, el museo ofrece la posibilidad de participar en un recorrido guiado en el que encontrarás los ejemplares de aquellos talleres alemanes más importantes en el área como Kestner, Kämmer & Reinhardt, Armand Marseille entre otros.
Si deseas visitar el museo, debes dirigirte a la Calle Gibraltar ubicada en la ciudad de Salamanca, España. Los horarios en los que está habilitado el museo son de lunes a viernes y domingos de 11 a.m a 7 p.m y sábados de 11 a.m a 8 p.m.
Las tarifas del museo se encuentran entre 1 a 5 euros la entrada. Para niños menores de 14 años y habitantes de Navasfrías, la entrada es libre. Adicionalmente, la entrada no tiene ningún costo los días jueves entre las 11 a.m y 2 p.m.
Museo Casa de las Muñecas en Colombia
Si te encuentras en el territorio suramericano y estás de paso por la mágica tierra de Cartagena en Colombia, puedes pasar por la que apodaron “La Casa de las Muñecas” para estar en contacto con piezas de antaño conservadas con el mayor de los cuidados.
El museo aloja más de 500 muñecas provenientes del siglo XIX que se encuentran actualmente bajo el cuidado de Socorro Gómez de París, coleccionista, fundadora y directora del museo. Esta mujer fue la encargada, desde muy temprana edad, de coleccionar las más peculiares muñecas de todas partes del mundo que hoy en día están a la vista de todos los curiosos.
Dentro de la colección podrás encontrar piezas tanto contemporáneas como antiguas. Incluso podrás toparte con muñecas icónicas de 1820 en perfecto estado de tipo chino así como modelos de casas y muñecas inspiradas en la época victoriana.
Esta gran colección se encuentra en el barrio El Cabrero ubicado en la ciudad de Cartagena, Colombia. Los horarios de apertura son de martes a domingo de 9 a.m. a 4.p.m. La entrada tiene un costo de $10.000 COP que son donados al Hospital Infantil Napoleón Franco Pareja, más conocido como La Casa del Niño.
¿Qué es la United Federation of Doll Clubs (UFDC)?
Por si no lo sabías, existe en la actualidad una organización llamada la Federación Unida de Clubes de Muñecas (UFDC por sus siglas en inglés) que se encarga de ser la entidad principal en investigación, educación, conservación y apreciación de todo tipo de muñecas. Entre ellas, las muñecas de porcelana.
Esta federación nace del sueño de su fundadora Mary E. Lewis de crear un centro con el objetivo de unir a la comunidad de todo el mundo apasionada por el arte de las muñecas. Así, en 1949, nació la UFDC.
Actualmente es reconocida mundialmente y cuenta con miembros y clubs de todo tipo. Además, es la encargada de gestionar los artículos en sus propios museos, bibliotecas, galerías y empresas relacionados con el mundo de las muñecas.
Cuenta con una exhibición amplia en el museo UFDC ubicado en Kansas, Estados Unidos. Aquí podrás encontrar una historia multifacética y con contexto global de las muñecas de porcelana.
Los horarios de apertura para visitantes son de lunes a viernes de 10 a.m. a 4 p.m. La entrada general tiene un costo de $4.00 dólares. Para los niños menores de 12 años tiene un valor de $2.00 dólares y para estudiantes $1.00 dólar.
Adicionalmente, la UFDC organiza una convención anual para todos los amantes de las muñecas. Con más de 70 versiones previas, cada año la federación consigue innovar con su programación variada que promete brindar una experiencia única e enriquecedora a todos los participantes.
Muñecas de Porcelana Más Famosas
¿Sabías que en el mundo de las muñecas de porcelana hay celebridades? A continuación te contaremos los dos ejemplares más importantes y representativos para el gran mundo del coleccionismo de muñecas.
Autoperopatetikos
La muñeca Autoperopatetikos fue una figura creada en 1862 por el fabricante estadounidense Enoch Rice Morrison que destacó por su mecanismo de innovación que le permitía desplazarse por el espacio sin ningún tipo de ayuda.
Su nombre proviene del griego y traduce literalmente “el que camina automáticamente”. Este proceso fue posible gracias al mecanismo interno de la muñeca diseñado a partir de un resorte oculto debajo de su vestimenta que la impulsa a moverse hacia adelante.
Para ser más específicos, la movilidad de la muñeca se encontraba sobre una placa de madera conectada a las piernas de esta que funcionaba como el funcionamiento de un reloj de aquel entonces. Adicionalmente, los pies de esta tenían una especie de ruedas dentadas que facilitaban el movimiento y lo hacían ver más realista.
Normalmente estas muñecas tenían una altura de 25 cm y un aspecto de mujer jóven con cintura delgada. Como era la costumbre en la época, la única parte hecha de porcelana era su cabeza debido a la fragilidad de este material.
La fascinación del público era un reflejo del auge de las figuras mecánicas y autómatas que llegó en el siglo XIX. Si bien la mayoría de producciones de este tipo se hacían mayormente en Francia e Inglaterra, Estados Unidos no se quedó atrás.
Si bien este tipo de objetos pudieron verse en aquel entonces como representaciones poco creíbles del movimiento del ser humano, las muñecas autómatas crearon un efecto de curiosidad en la cultura popular del 1900 siendo incluso capaz de abrirle el espacio a la conversación de lo que hoy conocemos como robots.
Frozen Charlotte
Se le conoce como Frozen Charlotte (Charlotte helada, por su traducción) al tipo de muñecas chinas de porcelana y biscuit reconocidas por su diminuto tamaño en comparación con las demás muñecas de la época.
Este grupo de muñecas fueron fabricadas desde el año 1850 hasta 1920 y fueron realmente populares durante la época victoriana. De hecho, su nombre proviene de una balada del género folk estadounidense basada en los versos del poema “A Corpse Going to a Ball” o, por su traducción, “Un cadáver yendo a un baile”.
El concepto de Frozen Charlotte proviene de Seba Smith que relata que una jóven con el mismo nombre se negaba a ponerse su abrigo en tiempos de invierno antes de salir en un paseo en trineo porque no quería ocultar su bello vestido. Como resultado, la pequeña murió congelada.
Con respecto a sus características físicas, esta muñeca consistía en la figura de una niña de una sola pieza sin vestimentas ni articulaciones movibles. Se les llegó a apodar como “pillar dolls” o “bathing babies” ya que cumplían originalmente la función de distraer a los niños durante el baño.
El tamaño de estas figuras estaba entre los 2,5 cm hasta los 45 cm de altura. Gracias a esto, su uso era versátil incluso para los adultos, quienes las escondían entre los preparativos navideños a modo de juego.
Guía para Comprar una Muñeca de Porcelana Original
Ahora que ya eres un gran conocedor de las muñecas de porcelana, seguramente te surgió la curiosidad de tener un ejemplar clásico en tu hogar. Para evitar que caigas en estafas y en confusiones con compradores, te enseñaremos a continuación los aspectos para tener en cuenta a la hora de comprar una.
Primero, una buena muñeca se conoce por la calidad de su material. Para esto, se recomienda escoger aquellas fabricadas en biscuit ya que aseguran en mayor parte su durabilidad. Adicionalmente, debes estar atento a las marcas de originalidad de su fabricante escondidas alrededor de su cuerpo.
Evita comprar muñecas cuyos ojos esten hechos en pasta. En su lugar, verifica que tenga los ojos de cristal. Además, si son de aquellos movibles, averigua qué tipo de mecanismo utiliza y qué tan antiguo es este. Así podrás saber más datos de su origen y funcionalidad.
Verifica que cada aspecto del rostro esté bien conservado. Revisa las orejas y nariz, recuerda que su valor aumenta si en vez de ser removibles están ensamblados y moldeados a la cara. También el cabello es importante: revisa si la peluca es desmontable o, si es moldeada, si tiene algún tipo de grieta.
Finalmente, en lo que respecta al cuerpo y articulaciones, debes revisar que todo sea del mismo color. De lo contrario, estarás ante una figura que fue rearmada con piezas de varios fabricantes. Si el cuerpo es de tela, revisa que las costuras estén bien hechas y no tenga retazos de tela de otra muñeca.
Cierre
Esperamos que este blog te haya gustado y hayas logrado aprender mucho del mundo de las muñecas de porcelana. Te agradecemos por llegar hasta el final del blog. Nos vemos en una próxima entrega.