¿Alguna vez has visto piezas en cerámica que tienen varias vetas o líneas de diferentes colores? Pues ese tipo de piezas están hechas con una técnica en especial que es sumamente sencilla llamada marmoleado. Hoy te la vamos a explicar con mucho detalle para que puedas hacer objetos igual de bonitos.
Esta técnica conlleva más trabajo del que haces con una pieza normal de un solo color, pero de igual manera los pasos son muy fáciles de seguir, así que no te preocupes.
A lo largo del blog te vamos a explicar qué significa marmoleado, qué materiales necesitarás y los pasos que debes seguir detenidamente para lograr un efecto marmoleado increíble.
Contenido
¿Qué es marmoleado?
El marmoleado es una técnica de decoración que hace parecer que el objeto tiene apariencia de mármol. Es utilizada en diferentes áreas, no solamente en la cerámica artesanal. También se ve mucho en comidas (como pasteles) y diferentes textiles para prendas de vestir.
En este caso que vamos a utilizar el marmoleado para hacer piezas en arcilla, se le va a dar el aspecto de mármol por medio del uso de varios colores de arcilla que luego se mezclan y dan este increíble acabado. También está la opción de lograr este efecto aplicando esmaltes cerámicos sobre arcilla de un solo color o con óxidos silicatados.
Un aspecto genial que tiene esta técnica es que tus piezas nunca van a ser iguales. Aunque sea la misma figura y utilices los mismos colores, nunca te va a quedar igual porque gracias al amasado de la arcilla, las vetas, el grueso de estas y el orden de los colores, siempre van a quedar en lugares distintos.
Materiales
Vas a necesitar materiales muy fáciles de conseguir, que seguramente ya tienes en tu casa o en tu taller y que usas con frecuencia.
- Arcilla
- Cortador
- Pigmentos cerámicos de uno o dos colores
- Rociador con agua
- Rodillo
- Bisturí de punta de lanza
- Barbotina
- Horno cerámico
- Esmalte cerámico transparente
Paso a paso para hacer una jarra marmoleada
Paso 1: Lo primero que debes hacer es colocar tu bloque de arcilla sobre tu mesa de trabajo y cortar un pedazo con la ayuda del cortador. Luego tienes que amasar muy bien esta arcilla para que sea más fácil unir los colores más adelante.
También es importante que la amases bien para explotar las burbujas de aire que pueda tener la arcilla, porque si quedan burbujas, cuando lleves la pieza al horno, se van a explotar por el calor y, por ende, se va a dañar tu pieza y todas las que tengas dentro del horno.
Paso 2: Divide en varios pedazos la arcilla que acabaste de amasar. Esto es para aplicarle los pigmentos a cada una de las capas que más adelante serán las vetas de las que te hablábamos antes.
Paso 3: A cada pedazo al que le vayas a aplicar pigmentos le vas a hacer un hueco en el centro para poner allí los pigmentos y que cuando se amase de nuevo la arcilla, se distribuya bien.
Paso 4: Cuando coloques el pigmento cerámico en el centro vas a rociar un poco de agua con el rociador que incluimos en los materiales. Esto es para ayudar a que el polvo se diluya un poco y no queden grumos ni nada por el estilo en la masa.
Paso 5: Ahora vas a empezar a amasar esta arcilla con tus dedos pellizcando, haciendo huecos, moviéndola para que el pigmento quede bien distribuido. Te vas a manchar tus manos, así que, si te gusta untarte y sentir cada textura, no te recomendamos usar guantes, pero si prefieres no mancharte, usa unos.
Este proceso lo tienes que hacer con cada uno de los pedazos de arcilla que dividiste antes. Si quieres que la pieza quede de dos colores, puedes pintar algunos pedazos de un color y los otros de otro, o puedes pintar solo unos para que los otros queden del color natural de la arcilla.
Paso 6: Cuando tengas listos todos tus pedazos o capas de diferentes colores, vas a darles forma de disco y luego, vas a colocarlos en una torre intercalando colores.
Si quieres que algún color se note más que los otros, que por ejemplo la veta sea más gruesa, simplemente debes hacer más grande y gruesa esa capa de arcilla del color que deseas. Como puedes ver en la imagen, las capas del color café natural de la arcilla son más grandes que las azules.
Paso 7: Amasa la arcilla como si la estuvieras amasando en el primer paso cuando la sacaste del bloque. Aplica mucha fuerza, dale la vuelta y vuelve a amasar. Todo esto es para que los colores queden realmente divididos y creen las vetas que estamos buscando.
En este paso vas a necesitar mucho tiempo, esfuerzo y energía, pero sabemos que valdrá la pena.
Paso 8: Luego de un largo tiempo de amasar debes cortar un pedazo con el cortador, así como cuando cortaste del bloque, y revisar si la arcilla sí te quedó con el efecto de marmoleado. Se debe ver con varias vetas bien distribuidas y de diferentes colores como la de la imagen de abajo en la que se usaron tres colores: naranja, azul y el café de la arcilla.
Paso 9: Ya que tienes lista la arcilla marmoleada, vas a empezar a hacer tu jarra, ¿estás lista? La vas a hacer con una de las técnicas de modelado más sencillas que hay en el mundo de la cerámica, la de plancha.
Tienes que colocar la arcilla sobre la mesa y aplanarla muy bien con un rodillo hasta que la placa tenga aproximadamente medio centímetro de gruesa.
Paso 10: Desde esta placa se va a hacer toda la pieza, así que con el bisturí punta de lanza tienes que cortar un círculo, que será la base de la jarra, y un rectángulo del largo de la circunferencia o perímetro del círculo. Esto es, el rectángulo debe poder rodear completamente el círculo base y alcanzar a unir sus extremos para formar un cilindro.
Además, tendrás que cortar un rectángulo muy pequeño para hacer el pico o la boca de la jarra y una tira larga de arcilla para hacer la manija.
Paso 11: Para unir todas estas partes tienes que usar barbotina, que es una mezcla líquida de agua y arcilla, pero antes debes hacer pequeñas cortadas con el bisturí en cada una de las partes que van a ir unidas a otras. Esto se hace para que la barbotina entre mucho mejor a la arcilla y con esto se adhieran mucho más fácil todas las partes.
Por ejemplo, tienes que hacer los cortes en el borde superior del círculo, es decir la base de la jarra, y en la base del rectángulo (la parte que mide medio cm de ancho) que vienen siendo las paredes de la jarra, las que almacenarán todo el líquido.
Una vez hagas los cortes, aplica barbotina en ambas piezas y únelas. Recuerda que el rectángulo va encima del círculo y debes unir sus extremos formando un cilindro.
Antes de pegar el rectángulo pequeño, recuerda darle una forma de U, con eso quedará bien formado el pico de la jarra. Tienes que hacer los cortes en la base de uno de los lados más largos (el que va pegarse a la jarra) y en el rectángulo de la jarra en donde va a ir pegado. Luego pégalo de modo que quede la abertura de la U hacia arriba y al mismo nivel del borde superior de la jarra.
Y para la manija, vas a hacerlos en ambos extremos de la tira y al igual que con el pico, en la jarra donde crees que va a ir colocada.
Cada que unas las partes, debes presionarlas fuertes y dejar tus manos ahí por unos segundos largos. Así lograrás que se pegue mucho mejor.
Paso 12: Para que no se noten las uniones de la base con las paredes de la jarra y del pico y la manija con las paredes, tienes que humedecer tus dedos y pasarlos suavemente por las uniones. Con esto vas a halar la arcilla y va a parecer una única pieza que no está hecha por partes.
Este es un paso que se utiliza bastante en la técnica de modelado de churos, ya que la pieza se forma colocando pedazos de arcilla uno sobre otro. Para hacerlo también puedes utilizar un palillo o una esponja que esté bien húmeda para que la arcilla no se resista al movimiento que estás haciendo.
Paso 13: Hay algo raro en la pieza, ¿verdad? ¡No tiene por donde salir el líquido! No te preocupes, no lo hemos olvidado. Para completar el pico o la boca de la jarra, en la pared vas a cortar con el bisturí al ras del pico que colocaste antes.
Debes hacer exactamente la misma forma de U. Si no te quedó bien pulido el corte, no hay de qué preocuparse, puedes humedecer tus dedos o utilizar una esponja para perfeccionar esa parte.
Aunque tienes otra opción para que pueda salir el líquido. Esta opción hará que tu pieza se vea aún más diferente. Tienes que usar un perforador de punta pequeña en el pedazo de pared donde está el pico para hacer los huecos por los cuales podrás verter fácilmente el agua o lo que sea que vayas a servir en esta hermosa jarra.
Paso 14: Ahora debes llevar tu pieza al horno cerámico durante 2 o 3 horas entre 800°C y 1.200°C. Revisa las instrucciones del fabricante de tu arcilla para saber la temperatura y el tiempo exactos.
Paso 15: Luego de esas horas debes sacar tu jarra del horno y dejar que se enfríe. Tienes la opción de dejar tu pieza sin esmalte, que quede mate, como la ves justo ahora, pero si quieres que quede brillante, impermeable y más resistente, te recomendamos aplicarle esmalte transparente.
Ten en cuenta que la temperatura del esmalte debe coincidir con la de la arcilla, ya que hay tipos de arcilla que son de alta o de baja temperatura, al igual que los esmaltes cerámicos.
Paso 16: Si te decidiste a aplicarle esmalte a tu pieza, puedes utilizar alguna de las técnicas de esmaltado que hay, como la de vertido o inmersión, que son las más utilizadas por los alfareros profesionales.
Para este tipo de pieza podrías poner en práctica la de inmersión, que consta en tener un recipiente lleno de esmalte y tomar tu pieza con unas pinzas para esmaltado y sumergirla dentro de este recipiente para que quede totalmente cubierta.
Las pinzas son una gran herramienta para que no tengas que manchar tus manos y para que la pieza quede cubierta por todas partes, porque seguramente si decides utilizar tus manos, quedará sin esmalte en donde la hayas sujetado.
Paso 17: Como el esmalte requiere hacer una segunda cocción para que se adhiera bien a la arcilla, vas a llevar por segunda vez tu pieza al horno a la misma temperatura durante el mismo tiempo que la primera vez.
Paso 18: Saca tu pieza del horno, deja que se enfríe durante un largo tiempo y listo, ¡ya tienes totalmente terminada tu jarra marmoleada hecha con tus propias manos! Te aseguramos que te vas a lucir en las reuniones familiares o con amigos cuando saques tu jarra para servir la bebida.
Hemos llegado al final de este blog en el que esperamos hayas aprendido muchísimo y hayas aplicado todos tus conocimientos sobre cerámica. Esperamos sea una nueva técnica de decoración que utilices mucho en todas tus piezas.
Pareciera como si tuvieras una pieza pintada, pero no, es mucho mejor, su decoración está hecha netamente en la arcilla. Utiliza a tu favor el hecho de que ninguna pieza va a quedar igual a otra y véndelas o dalas como un regalo.
Recuerda que puedes hacer cualquier tipo de pieza con esta técnica porque es como si tuvieras la arcilla natural, solamente que ahora tiene hermosos colores y unas vetas que se ven geniales.
Si quieres seguir aprendiendo sobre el mundo de la cerámica como técnicas de decoración, herramientas como el torno de alfarero, la historia de este arte y mucho más de una manera sencilla, fácil de entender y divertida, únete a nuestro Club de Cerámica y lee nuestro contenido.